Extracto:Hay pocos estímulos para que el peso se aprecie más; aunque, por el lado contrario tampoco se espera una depreciación pronunciada.
El peso mexicano rondará los 20 pesos por dólar en los próximos meses, salvo que sucedan cosas inesperadas.
Las expectativas en torno a la reunión de los responsables de la Reserva Federal de los Estados Unidos de esta semana en Jackson Hole, refuerzan la perspectiva que se ha ido fortaleciendo a últimas fechas.
Dicha perspectiva señala que quienes realizan operaciones con divisas, difícilmente verán un tipo de cambio sostenido por debajo de los 20 pesos por dólar en lo que resta del año.
Incluso, para la mayoría de los analistas se espera que la reunión de Jackson Hole programada para esta semana mande una nueva señal de endurecimiento de la política monetaria en Estados Unidos.
Lo anterior se sumaría al anuncio de la propia Fed de la semana pasada en el sentido de que es probable que comience a disminuir el ritmo de inyección de liquidez en los mercados.
A ello contribuyen también los repuntes en la inflación mundial tanto por la reactivación en la demanda como por la desarticulación de las cadenas logísticas globales.

Así como por la certeza de que, pese a las vacunas, los efectos adversos de la COVID sobre la economía se prolongarán aún más.
Ante la perspectiva de mayor volatilidad en el tipo de cambio del peso contra el dólar, es importante que los empresarios conozcan que un contrato de compraventa de divisas a futuro es la mejor forma de protegerse en contra de fluctuaciones drásticas.
Es decir, la adquisición de una cobertura, algo sencillo de tramitar y que no toma concretarlo más de 24 horas hábiles.
Solo este año, el precio del dólar contra el peso se ha movido entre los $ 19.50 y los $ 21.00 pesos por dólar.
Tan sólo la semana pasada, el peso mexicano se depreció en más de 50 centavos frente a la moneda estadounidense.
Si bien el futuro es incierto, las coberturas permiten un mayor control del tipo de cambio o de las tasas de interés, lo que redunda en mayor certidumbre a los empresarios para poder cumplir compromisos y no arriesgar sus utilidades.
Los llamados Contratos de Márgenes Únicos para Derivados se pueden generar en menos de 24 horas en diversas instituciones bancarias y cambiarias del país, lo que significa una amplia ventaja.
Estos contratos brindan acceso fácil y seguro a diversos instrumentos de cobertura, como forwards, opciones, estructuras y swaps para las divisas más utilizadas en México, así como para protección ante fluctuaciones en la tasa de interés, a cambio de un depósito de garantía.

Así por ejemplo un importador de productos de iluminación pagaderos en dólares, frente al dilema entre cubrir costos o quedarse a merced del mercado, un asesor financiero y bancario organizó una reunión para entender a fondo lo que el importador necesitaba y juntos crearon una solución hecha a la medida con Forwards.
Esto le permitió fijar en $19.9500 pesos por dólar sus importaciones. Así, no se vio afectado por las fluctuaciones en el tipo de cambio que se han producido en lo que va del mes de agosto, cumpliendo así con sus objetivos de costo/utilidad.
Pero sólo es un ejemplo de lo que se puede hacer en este mercado cambiario mexicano, que pese a todo es muy “delgado” comparado con otros mercados.
El hecho es que el peso seguirá sobre niveles de 20 unidades por dólar, tiene poco margen para bajar más, pero hacia arriba tampoco hay certeza de que pueda subir demasiado.
Al menos, mientras que la economía de Estados Unidos, de la que depende México en exceso, no vaya a decir otra cosa.